Red Rose

Poco a poco sus gritos llenaron la habitación a la vez que sus uñas iban siendo arrancadas, lenta y dolorosamente de sus dedos, dejándolos ensangrentados, lo siguiente fueron las pestañas y después sus ojos, luego sus dedos fueron machacados, cada hueso de sus manos fue partido, el dolor recorriendo cada parte de su ser mientras una sádica sonrisa brillaba en mi rostro, ella suplicaba y yo lo disfrutaba, cada grito, cada suplica, cada lagrima que derramaba, corté su lengua y después sus orejas, disfrutando del lento proceso, llegó un punto en el que ella suplicó su propia muerte, que acabase ya con su vida, que dejase de roturarla, pero yo seguí, seguí descuartizando su cuerpo, dejando que agonizara, que la sangre se esparciera por el suelo, ver su sufrimiento me hacía sentir... mas viva, nunca me había sentido así, tan llena de vida

Cuando murió dejé una rosa a su lado, roja como su sangre, una rosa para que todos supieran quien había acabado con su miserable vida, una prueba de lo que les ocurriría a los siguientes.

Aquel fue mi primer asesinato, uno que realicé a la persona que me dio la vida, y que un dia llegué a llamar madre.



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